Por increíble que parezca, actualmente, la oferta cultural y musical para la niñez en el mundo, casi se ha vuelto blanco de las compañías comerciales que el actual sistema de medios de comunicación a impuesto a todos los niños junto con la mayoría de sus filiales, pues es uno de los grupos más elegidos en nuestra sociedad de consumo y el objetivo es muy claro: el dinero de los padres. Si es así, entonces ¿Qué sucede con los niños Aspie?
No hay que ser especialista en educación, sociología o cultura popular para analizar los efectos y la penetrante influencia de este estilo de cultura en todo el mundo. La preocupación principal de éste servidor, es la que atañe al formato que se esta creando en esta temprana fase humana.
El cambio de las realidades económicas, emparejado con el acceso de los niños a la información sobre el mundo “ideal adulto” o mundo “estándar” (según la televisora o medio que se trate), ha alterado espectacularmente la infancia de los niños en el mundo entero, y repito incanzablemente: El genio de la infancia tradicional esta fuera de la botella y no puede volver a ella.
Pareciera que la reducida oferta de cultura musical en muchos países se basa en los nuevos sitios de aprendizaje: Las empresas comerciales como educadores (compañías televisivas y disqueras con pésimos materiales, refresqueras, cerveceras, comida chatarra, etc.) Por lo tanto, debido a la escasez de espacios propicios para que la niñez pueda tener un encuentro con el arte, emperajado con la diversión y el desarrollo de su creatividad en forma lúdica, el Centro de Iniciación Musical A.C., ha ejercido una fuerte campaña y presión para cambiar el peso de la balanza. A través de la música, hemos demostrado eficazmente la posibilidad de desarrollar e implementar un modelo educativo acorde a las necesidades de los niños y jóvenes con síndromes y discapacidad. ¿Es una escuela especial? Para nada, sólo se basa y cimienta en una palabra: inclusión.
Dentro de éste espacio, damos clases de música que generan sólidos productos como orquestas sinfónicas, grupos de cámara o solistas que ofrecen conciertos interactivos a toda la sociedad, conformados por niños y jóvenes "normales", en conjunto con chicos que tienen muy diversos síndromes o discapacidades, artistas y maestros que hacen “escuchar y mirar” al mundo, desde la perspectiva de estos niños y jóvenes. Sólo somos el medio o instrumento para darles voz y que a la vez, sean escuchados.
Este centro tiene como finalidad, la inclusión de niños y jóvenes con diversos síndromes o discapacidades, a través del arte de la música. Para ello, tratamos de cumplir con un papel importante en la recreación y expresión a través de una cuidadosa selección de estrategias en la enseñanza de la música. En los conciertos, convergen obras musicales que son un medio de expresión muy eficaz para estos chicos y, es en estos conciertos, donde ellos tienen contacto con las diversas formas musicales para un desarrollo más equitativo y equilibrado, ya que al mismo tiempo, trata de volver las miradas a éste sector de la población casi invisible y desprotegido, la mayor de las veces ignorado en las aulas escolares y la sociedad en su conjunto.
Estas clases y conciertos son seleccionados con todo detalle para llenar las expectativas de los chicos participantes. Es en estos espacios musicales que los niños y jóvenes, pueden desplegar su imaginación y crear fuertes vínculos con sus pares.
Y es que es una realidad, que la explosión de información –la mayor de las veces muy mala-, aunada a la saturación de medios con acceso a dominios privados de la consciencia humana, ha creado un vértigo en toda la niñez con síndromes y discapacidad, confundiéndola de manera exponencial. Esta condición social, llamada hiperrealidad, exagera la importancia de los que ejercen el poder en todas las fases de la experiencia humana, siendo su blanco preferido la niñez y la adolescencia.
El constante bombardeo comercial de los medios impresos y eléctrónicos, ha hecho cambiar radicalmente el modo de pensar y repetir -que no crear- los modos y las formas que adoptan niños y jóvenes, frente a un mundo cada día más visual y menos auditivo, más rapaz y atroz, plagado y copado por corrientes conductistas del mundo de la imagen y la música de fácil digestión, es decir, las falsas artes que en nada ayudan, y mucho menos aportan a la inclusión de estos seres humanos, a un mundo que otros denominan “regular”, estándar o mejor dicho: alienado.
Por lo tanto, una sociedad –que se jacte de ello- sólo adquirirá conciencia real de su devenir histórico, cuando se detenga a mirar a estos niños y se ocupe de ellos, los proteja: sólo entonces firmará el pacto solidario y visionario que le demanda el destino de estos niños y trace un rumbo, atento a las exigencias de un porvenir más promisorio para las personas que llevan a cuestas ése tercer nombre llamado síndrome, discapacidad, color o condición social.
En el Centro de Iniciación Musical, a través de una asociación civil, hemos diseñado programas y proyectos que contribuyen al crecimiento pleno y armónico de nuestros niños y jóvenes, en consecuencia, de nuestro estado, nuestro país y el mundo.
No podríamos negar que Yucatán, se volvió un polo muy importante musicalmente hablando, y quizá, el más importante del país. El programa del CIM A.C. dio inicio en 2004, pero tuvo sus inicios con la atención a chicos especiales desde 1997, como una respuesta de un grupo de maestros y padres a las necesidades y demandas sociales que debíamos afrontar como ciudadanos que buscan la inclusión de niños y jóvenes con síndromes y discapacidad, dentro de los planes y estrategias que establecía el Plan Nacional de Desarrollo, así como el denominado Plan Nacional de Cultura. No ha sido una tarea fácil; si miramos minuciosamente el mundo que nos rodea, no tardaremos en descubrir que inclusive los niños zurdos tienen serios problemas; veremos y comprobaremos que casi no hay mobiliario para ellos, pues es mundo para “diestros”, tampoco veremos en las calles o escuelas, cintas o franjas en Braille para invidentes, mucho menos veremos en los libros de texto, contenido y equidad para niños con síndromes o trastornos. Ellos, casi son inexistentes, invisibles para las autoridades educativas. Hace algunos años, nosotros hacíamos revistas dirigidas a niños, que incluían textos “regulares”, en Braille, páginas con texturas y aromas buscando una inclusión verdadera.
A través de tantos años, quince para ser exactos, las clases de música se integraron como terapia a estos seres excepcionales. Ellos, nos hicieron buenos maestros, o mejor dicho, los mejores maestros, pues actualmente casi nada escapa a nuestros sentidos. Los programas para ellos no están preestablecidos, porque sólo se logra el éxito elaborando un plan por cada niño o joven, pues cada uno de estos chicos, llega a nosotros con su propia problemática. Para ello, invertimos un lapso prudente, después del cual trazamos objetivos y metas que se van cumpliendo uno a uno. Cuando vemos y escuchamos a los niños ya como integrantes de las orquestas o ensambles, nos llenamos de orgullo, pero es innegable que lo más valioso y enriquecedor para nosotros, definitivamente es el proceso. Un plan personalizado de estudios para alcanzar estas metas, supone una serie de ajustes y reajustes constantemente. Los sentidos se agudizan, la adrenalina se vuelve cosa cotidiana, empero, nosotros no nos preocupamos: nos ocupamos.
Nosotros trabajamos de manera personalizada con cada chico, sumando a psicólogos, artistas y maestros a todo lo largo y ancho del proceso. ¿Tiene muchas aristas el tema? ¡Pues claro que si! Cualquiera pensaría que con tan sólo utilizar el DSM-5 tendremos los diagnósticos a la medida de cada niño, familia o mercado de etiquetas para diferenciar. Otro tanto más, dirá que aplicando una batería de pruebas “X” obtendremos las directrices que establezcan un método de enseñanza seguro para cada niño. Pero no es así, eso sería un desatino porque la experiencia y la realidad nos ha llevado por otros caminos muy diferentes, malgre tout (a pesar de todo) no se puede generalizar tan sólo utilizando esta biblia de los psiquiatras, ya que los referentes culturales y sociales de cada individuo, familia, sociedad o nación, distan en mucho de un mundo o modelo estándar, único. Eso sería tanto como faltar a la verdad. Lo único que nos ha quedado claro, es que a través del intercambio de experiencias con estos chicos, es que la música funciona como pegamento para incluírlos en la sociedad, porque tocando un instrumento o cantando, estos chicos adquieren la notoriedad y bienestar que no se logra con otros caminos. Con la música obtienen “pertenencia” a un grupo igual o diverso.
Con estos intercambios de experiencias, buscamos que la población infantil y juvenil con síndromes o discapacidad de toda la geografía de la entidad, integre a su cúmulo de aprendizajes, el descubrimiento de nuevas alternativas y espacios mucho más sensoriales, incorporando también en el hallazgo y la práctica del arte musical, un medio para la recreación artística y el conocimiento más pleno del arte, como un camino seguro para crear puentes de entendimiento entre todos los sectores de la población, además de utlizar sus poderes mágicos como una medida certera para potenciar la inclusión de niños y jóvenes con síndromes, porque la exclusión, es veladamente exterminio.
Este programa musical para estos niños, integra en un mismo cauce varios procesos determinantes en la formación e inclusión de la personalidad: la percepción, el desarrollo y disfrute a través de los sentidos, la práctica de la libertad, y con éstas acciones, el CIM A.C. tiende un puente de integración familiar que amplía los horizontes de la infancia y la juventud en el país, porque las estructuras simbólicas que tratan de dotar de legitimidad a las falsas artes, de facto son derribadas y hacen inmunes a nuestros niños y jóvenes a los procesos de la hiperrealidad.
Asi pues, el CIM A.C., acentúa su solidario y esperanzador compromiso con la identidad, el presente y el futuro de la niñez y la juventud.
A la memoria de Bill Muntz, sensacional saxofonista, gran maestro, insuperable director de orquesta y mejor persona que las musas se llevaron un domingo 8 de enero de 2012.
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