“San
Mateo y el Ángel” (1602) (destruida totalmente) Michelangelo Merisi da Caravaggio
“San Mateo y el ángel” fue un cuadro realizado por
Caravaggio para decorar una de las estancias de la Iglesia de San Luis de los
Franceses, en Roma.
La
obra mostraba al santo como un calvo pensador con las piernas sucias, asistido
por el ángel, y fue contundentemente rechazada por los comitentes, siendo
adquirida por el banquero y mecenas Vincenzo Giustiniani o por su hermano, el
cardenal Benedetto. Caravaggio debió pintarla de nuevo, haciendo una nueva
versión mucho más idealizada que sí fue aceptada por los clientes (conservada
in situ). La primera versión fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial.
“Flores” de Paolo Porpora
Un
niño taiwanés de 12 años de edad vivió una pesadilla el 24 de agosto de 2015. El
hecho ocurrió en el museo Taipéi Trends, en Taiwán, durante una exposición
llamada “El Rostro de Leonardo: imágenes de un genio” cuando el niño se tropezó
y rompió un cuadro valorado en 1,3
millones de euros (1,5 millones de dólares), según informa The Guardian.
La
obra llamada “Flores” que data del año 1660 es un óleo del siglo XVII pintada
por Paolo Porpora. Los organizadores de la exposición comentaron que la
pintura, llamada Flores, era un óleo del siglo XVII y fue pintado por el autor
italiano Paolo Porpora.
En el vídeo que se difundió viralmente se puede
apreciar como el niño, en pantalones cortos y con una camiseta azul, camina con
una bebida en la mano y tropieza con el cuadro, con tan mala suerte que apoya
su mano en el lienzo y lo rompe. Tras esto, se levanta rápidamente, fija la
vista en el lienzo y ve que tiene un agujero de un tamaño considerable en la
parte inferior.
El rostro del pequeño se congela al darse cuenta lo que ocurrió
y empieza a mirar agitadamente al resto de las personas que le acompañan en el
museo. Los responsables del museo no pedieron a la familia del niño que paguen
por los daños producidos a la obra.
El organizador, Sun Chi-Hsuan, señaló que
el niño estaba muy nervioso después de lo ocurrido y que la pintura formaba
parte de una colección privada que estaba completamente asegurada. Paolo
Porpora (Nápoles, 1617-Roma 1673) fue un pintor italiano especialista en la
representación de flores, se dedicó a la naturaleza muerta aproximándose al
estilo de A. Falcone y al naturalismo de Caravaggio.
Daños de la obra
Restauración de la obra
Video que capta el momento exacto del daño
Ecce Homo (Éste es el hombre) de Elías García Martínez
Una
pintura de principios del siglo XX dañada por una mujer capturó rápidamente la
atención de todo el mundo el 7 de agosto de 2012 y cobró celebridad cuando se
reveló la "restauración" defectuosa de Cecilia Giménez (Borja, 5 de
junio de 1927), una aficionada a la pintura que antes había realizado algunos
pequeños trabajos en otros centros religiosos, como el retoque de un lienzo de
la Virgen del Carmen en el convento de Santa Clara de Borja.
Primero
fue el estupor al darse a conocer que estropeó la pintura y después la
aclaración hecha por las autoridades y académicos de que ella actuó por
iniciativa propia, aunado a las declaraciones de que un grupo de profesionales
intentaría reparar el daño, declararon los representantes del Centro de
Estudios Borjanos y el Ayuntamiento de Borja, en Zaragoza, donde se encuentra
la obra.
La
pintura se encontraba en un muro del Santuario de Misericordia, en ese
municipio del noreste de España. Su ubicación provocó que algunos pensaran que
la Iglesia católica era culpable de alguna forma del destrozo y enviaran
mensajes de enojo al Centro de Estudios Borjanos.
“La
actuación objeto de tan excepcional interés no se produjo en el marco de
ninguna intervención programada, por lo que los comentarios expresados sobre la
cualificación de las personas a las que se encargaban estos trabajos eran infundadas”,
insistió el Centro de Estudios Borjanos, en un intento por limpiar el prestigio
de los restauradores profesionales.
El
Centro, dedicado a promover la investigación en el campo de las humanidades,
fue el primero en dar cuenta del destrozo al publicar una entrada en su blog el
7 de agosto.
Medios
locales reprodujeron la información y de inmediato el Centro comenzó a recibir
una cascada de llamadas y mensajes de sorpresa y enojo en contra de la Iglesia
católica y los restauradores.
Cecilia
Giménez tuvo “una vida difícil”, un hijo con discapacidad de 60 años a su cargo
y decidió “por su cuenta y riesgo” entrar a la iglesia para reparar la obra,
dijo el responsable de cultura del Ayuntamiento de Borja, Juan María Ojeda,
según un reporte de EFE.
La
mujer se defendió este miércoles en una entrevista con la televisora TVE.
“El
sacerdote de ahí lo sabía, cómo lo iba a hacer yo sin que me lo diga”, dijo.
“Todo el mundo que entraba me veía pintando, o sea que yo a escondidas no lo he
hecho nunca”, añadió.
Teresa
García, nieta del pintor, también sabía que Giménez había retocado el lienzo
antes.
“Hasta
ahora solamente había tocado lo que es la túnica, el problema ha sido ahora que
se ha metido con la cabeza y lo ha destrozado”, dijo a TVE.
El
destrozo ocurrió días después de que un par de profesionales visitaron el
Santuario de Misericordia y tomaron la última fotografía del lienzo original
para incluirlo en una colección de Patrimonio Artístico Religioso, de acuerdo
con el Centro de Estudios Borjanos. Esa imagen muestra que estaba en mal
estado.
El Centro
también se vio obligado a aclarar que la Iglesia solo se limititaba a atender
el culto por lo que no tenía “la más mínima relación con este hecho”.
A
pesar de la labor de los restauradores, el concejal de Cultura de Borja
reconoció que sería “muy difícil” recuperar el lienzo porque estaba muy
deteriorado y porque fue realizado sobre una pared sin tratar.
“El Actor” de Pablo Picasso
La
obra, pintada por Pablo Picasso, fue dañada por una mujer en el Museo de Arte
Metropolitano de Nueva York tras caer accidentalmente sobre la pintura. Fue una
rasgadura vertical de más de 15 centímetros.
Un
fin de semana en enero de 2010 ocurrió un accidente. Durante una de las muchas
clases que imparte el Museo Metropolitan de Nueva York, una alumna -"una
estudiante de los cursos para adultos", según el departamento de comunicaciones
del museo- perdió el equilibrio y cayó sobre el cuadro de Picasso El actor
(1904-1905), un gran lienzo de dos metros de alto y más de un metro de ancho,
en cuya esquina inferior derecha se abrió una brecha de 15 centímetros.
El
cuadro, que muestra a un acróbata posando, colgaba en las paredes del museo
desde 1952, año en que Thelma Chrysler Foy, una de las herederas del imperio
automovilístico Chrysler, lo donó al museo. Pese al susto inicial, el
diagnóstico de los conservadores del museo -que nunca hicieron público el valor
del cuadro- fue positivo: según explicaron en un comunicado "el daño no ha
ocurrido en el punto focal de la composición y esperamos que la restauración,
que se llevará a cabo durante las próximas semanas, sea un éxito".
Considerado como uno de los más importantes del artista
porque marca su salida del llamado periodo azul, y su entrada en el periodo
rosa -donde suelen aparecer acróbatas ataviados con trajes de la commedia
dell'arte-, es uno de los más solicitados por comisarios de todo el mundo, y
había sido pieza esencial de diversas exposiciones dedicadas al artista. Pese
al accidente, el museo aseguró que El actor volvería a lucir radiante en las
paredes de la pinacoteca a tiempo para la muestra que el Metropolitan le dedicará
a Picasso en la primavera de 2010.
“David y Goliat” (1542) de Tiziano Vecellio
La
obra resultó dañada por un incendio que ocurrió en la Basílica de la Salud de Venecia,
donde se encontraba el cuadro del pintor italiano Tiziano Vecellio. La obra se
daño por el agua que se utilizó para apagar el incendio.
Los
desafortunados hechos ocurrieron en agosto de 2010. Según informó el alcalde de
Venecia, Giorgio Orsoni, la obra sufrió daños por el agua empleada por los
bomberos para apagar el incendio y no por el fuego en sí, cuyas causas aún se
desconocen.
"Desafortunadamente
la tela de Tiziano sufrió daños. No por el incendio, sino por el agua de las
bombas accionadas por los bomberos, que cayó a los pisos inferiores",
comentó tras el incendio Orsoni, en declaraciones que recogió el periódico Corriere della Sera.
"Por
fortuna, ha sido agua dulce y no salada, lo que habría, de seguro, corroído la
pintura. Eso ha sido posible gracias al nuevo sistema de red hídrica,
financiado por una ley especial. Por desgracia no estaba disponible en toda la
ciudad", añadió en aquel momento.
La
obra, de tres por tres metros de dimensión y que había sido restaurada hace
unos años, estaba expuesta en la sacristía de la Basílica de la Salud, a unos
doce metros de altura.
Según
los datos de la investigación, el fuego, del que recibieron aviso los bomberos
en torno a las 22.00 hora local (20.00 GMT), se produjo en dos puntos distintos
del techo del seminario, muy próximo al Palacio Grassi, sede del museo del
multimillonario francés François Pinault, esposo de la actriz mexicana Salma
Hayek.
En 1541 se confía a Vasari la
decoración del techo de la nave central de la iglesia de los Agustinos del
Santo Espíritu en Isola. En agosto el pintor regresa a Roma sin realizar los
lienzos por lo que Tiziano sería el encargado de continuar con el proyecto que
se concluirá en 1544.
Los lienzos formaban parte de un
importante programa iconográfico sobre la prefiguración del sacrificio de
Cristo por lo que se eligieron los temas de Caín y Abel, el Sacrificio de Isaac
y David y Goliath.
Las telas serían llevadas a la
iglesia de Santa Maria della Salute en 1657, tras la supresión el año anterior
de la Orden de los Agustinos.En plena "crisis manierista", Tiziano
recurre a diversas influencias para mostrarnos de la manera más intensa y
dramática el asunto que narra el primer libro de Samuel (17; 32-55): el arte
clásico y las obras de Pordenone, Giulio Romano y Correggio, sin olvidar a Miguel
Angel.
La impresión que causa al
espectador el cuerpo decapitado del gigante filisteo es sobrecogedora, jugando
el maestro de Cadore con los escorzos y los "contrappostos" para
crear una escena de intensa violencia. Incluso Tiziano desarrolla un único
punto de vista para los tres lienzos relacionados a través de acentuadas
diagonales.
La perspectiva de "sotto in
sù" empleada permite un mayor impacto visual en las escenas. Si bien el
movimiento de las figuras acentúa el dramatismo, el colorido y la iluminación
empleadas no se quedan atrás, utilizando tonalidades verdes y anaranjadas y una
luz dorada que intensifica el contraste entre luces y sombras.
El resultado es una obra
difícilmente superable, en la que se muestra la capacidad de Tiziano para
asimilar diversas influencias en un estilo propio y genial.
“La ronda nocturna” de Rembrandt
El
cuadro de Rembrandt ha tenido muy mala suerte; tan sólo en el siglo pasado fue
atacado tres veces, una de ellas con ácido y las otras dos a cuchilladas.
El
lienzo más agredido de la Historia del Arte, y uno de los más famosos del
mundo, es sin duda “La ronda nocturna” de Rembrandt Harmenszoon van Rijn (15 de
julio de 1606 – 4 de octubre de 1669). La que puede ser la obra maestra de
Rembrandt, sufrió tres agresiones solo durante el siglo XX. La primera en 1911,
el preámbulo de uno de los primeros conflictos salvajes del siglo.
Un cocinero
holandés que había sido expulsado de la marina holandesa, entró en el Rijksmuseum
y sin mediar palabra asestó una puñalada al lienzo. La pintura quedó muy
dañada, con una enorme raja que afectaba a los dos personajes principales, es
decir, el animal asestó la puñalada justo en el centro geométrico del cuadro.
El cocinero dijo que lo había hecho por despecho, por haber sido despedido del
ejército. Consideró que de todas las obras maestras que se exponen en Holanda,
el cuadro también titulado “La compañía del capitán Frans Banningh Cocq y el
teniente Willem van Ruytenburch”, era la más importante de todas ellas.
Los
personajes del lienzo del siglo XVII, capitán Frans Banning y el coronel Willem
van Ruytenhurch, fueron los que recibieron la primera puñalada del siglo XX
La
segunda salvajada ocurrió en 1975. Otra vez el protagonista sería un cuchillo y
un descerebrado. Un maestro de escuela jubilado, clavó el cuchillo en el lienzo
repetidas veces, arrancando una porción de tela correspondiente de nuevo a la
zona central del cuadro antes de que pudiera ser reducido por los vigilantes.
Ya se sabe, un loco con un cuchillo es muy peligroso.
El demente se acabo
suicidando como consecuencia de los numerosos trastornos emocionales que
padecía. Por último, en 1990, La ronda nocturna sufriría un nuevo ataque. Esta
vez un loco roció el lienzo con ácido sulfúrico. La razón que argumentó en su
agresión fue una protesta sobre su situación de desempleado.
Como
no hay mal que por bien no venga, en los trabajos de restauración del cuadro de
Rembrandt, se dieron cuenta que aunque el cuadro fuera oscuro, la escena
transcurre realmente de día y no de noche. Lo que antes se consideraban sombras
eran, en realidad, capas de suciedad acumulada con los siglos. El título
debería cambiarse entonces por el de “Ronda de día”. Lo cierto es que estas
compañías de milicianos holandeses eran vigilantes de la noche principalmente,
de ahí también el origen del error.
La oscuridad del cuadro generó el error: no es de noche, es
de día. Sin embargo, el oxido en el barniz ha hecho su parte con el transcurrir
de los años.
“Mujer en un sillón rojo” (1929) de Pablo Picasso,
Esta
pintura fue víctima de un vándalo que, en unos segundos, pintó sobre el lienzo
con espray la figura de un toro y un torero con la palabra 'conquista' y salió
huyendo. Toda la secuencia fue grabada por un empleado con un teléfono móvil.
Uriel
Landeros, el hombre acusado de dañar un cuadro de Picasso en la colección Menil
de Houston en junio de 2012, se encuentra prófugo desde que pintara con un
spray el cuadro «Mujer en un sillón rojo» (1929), de la colección Menil
también.
(la
foto es un fotograma del video que capturó el momento de la agresión al cuadro)
Aquí se aprecia el daño a la pintura
“El sueño” de Steve Wynn
Este
pintor, quien tras venderla y antes de entregarla a su nuevo dueño, decidió
mostrarla a unos amigos, pero al explicar un detalle le dio un codazo a la tela
y le hizo un agujero del tamaño de una moneda.
“El pueblo a la Universidad y la Universidad al pueblo” de
David Alfaro Siqueiros
Hace unos años, durante una de las huelgas de la UNAM, el
mural de Siqueiros fue dañado por algunos estudiantes que escribieron varias
fechas sobre él.
“L'enfant
dans une veste rouge” (1890-95) (Chico con un chaleco rojo) de Paul Cézanne
Esta
obra sufrió rasgones en el lienzo después de que fuera robada de una galería en
Zurich. La buena noticia es que se pudo reparar.
Una
pintura de Paul Cézanne valuada en 110 millones de dólares que sufrió daños
tras el robo ocurrido hace ocho años y pudo ser restaurada.
La
obra del impresionista francés "L'enfant dans une veste rouge" (Chico
con un chaleco rojo) sufrió rasgones en el lienzo después de que fuera robada
de una galería en Zurich, dijo el director de la fundación E.G. Buehrle,
propietaria de la pintura.
Lukas
Gloor agregó en una conferencia de prensa en Zurich, que las reparaciones llevarían
un tiempo, pero que estas, aseguro, restauraron la obra a su estado original.
Por
este robo, cuatro hombres fueron arrestados en Serbia en una operación de la
policía paneuropea que llevó a la confiscación de la pintura, robada de una
galería en Zurich en 2008.
Así
mismo, otras obras maestras de Claude Monet, Vincent van Gogh y Edgar Degas
desaparecieron en el robo, pero fueron recuperadas.
No
es frecuente en la producción de Cézanne el empleo de modelos profesionales, a
excepción de su estancia en la Academia Suisse. Durante su estancia en París en
el año 1890 contrató al modelo italiano Michelangelo di Rosa y realizó una
serie de cuatro lienzos con este personaje como figura principal. La tela más
famosa de la serie es ésta que contemplamos, interesándose el maestro por el
estudio tanto del color como de los volúmenes, sus principales preocupaciones
para conseguir que el impresionismo fuera un arte que pudiera incluirse en los
museos.
Los
especialistas consideran que nos encontramos ante una representación de la
melancolía ya que esta postura será frecuentemente utilizada por los artistas,
desde Durero hasta Van Gogh. El propio Cézanne había utilizado esta postura
para el Fumador de pipa en fechas anteriores. A la postura debamos añadir la
mirada ausente del modelo.
El
rico y variado colorido está presidido por el rojo del chaleco, jugando con las
tonalidades primarias y complementarias que los impresionistas habían tomado de
Delacroix. Amarillos, azules, verdes y blancos se distribuyen por la superficie
del lienzo, aplicados con una pincelada vibrante y libre.
El
espacio está organizado tomando como pauta las formas geométricas para
manifestar la volumetría como observamos en la disposición diagonal, la
división en dos bandas de la pared del fondo o la cortina recogida. Las
deformaciones anatómicas que se manifiestan en el Arlequín se encuentran
presentes en los alargados brazos, siendo un evidente precedente de la pintura
cubista de Picasso.
“El Guernica” (1937) de Pablo Picasso
En
1974, el comerciante de arte Tony Shafrazi escribió sobre el Guernica de
Picasso las palabras “Kill Lies All” (“Matar Mentiras Todo”). Su garabato fue
hecho en pintura roja de spray en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. En el
momento Shafrazi solo gritaba: “Yo soy un artista y quiero decir la verdad”.
Años más tarde el comerciante explicaría que su intención era renovar la obra y
darle vida. Por fortuna, la obra se arregló inmediatamente y no quedaron
rastros del daño.
Madrid.
Noche a noche, una vez que el último visitante del Museo Reina Sofía de Madrid
ha salido, el más reciente curador de la prestigiosa galería de arte entra en
acción. El experto es un robot de nueva generación, que esta semana comenzó el
más exhaustivo ejercicio de investigación jamás realizado sobre la
controvertida obra maestra de Picasso, el Guernica. Su misión: aquilatar la
verdadera extensión del daño sufrido por la pintura en su turbulenta historia
de 75 años.
Desplazándose
sobre una red de rieles que se extiende por los 3.5 por 7.8 metros del lienzo,
el robot utilizará la tecnología más moderna de escaneo infrarrojo y
ultravioleta para realizar millones de tomas de alta nitidez de áreas tan
pequeñas como 25 micrones (25 milésimos de milímetro), con las cuales se
construirá una imagen virtual de la pintura en tercera dimensión que los
restauradores usarán para evaluar su condición.
El
Guernica fue comisionado por el gobierno republicano español, con el deseo de
que la obra de Picasso representara a la nación en la Exhibición Internacional
de París, en 1937. El resultado fue una representación en blanco y negro de
figuras atormentadas que reflejaban los horrores de la Guerra Civil que asolaba
a España en ese tiempo.
Daños del Guernica
El
título de la pintura es el nombre en español de Gernika, la capital ancestral
del País Vasco, que fue bombardeada ese mismo año por aviones de la Italia
fascista y la Alemania nazi, aliados del futuro dictador español Francisco
Franco. Los historiadores calculan que en el ataque perecieron mil 600
personas, y la recreación de Picasso ha llegado a ser una de las pinturas más
estudiadas en la historia del arte moderno.
Luego
de la exhibición, el cuadro anduvo de gira durante 20 años por museos de todo
el mundo. El enrollado y desenrollado del lienzo para transportarlo cobró su
precio, y se dice que hacia la década de 1960 Picasso comentó: Ya basta. Pero
fue apenas en 1981 cuando el Guernica hizo su viaje final de vuelta a la
patria, procedente del Museo de Arte Moderno de Nueva York, al que el pintor lo
prestó hasta que se restauró la democracia en España.
La
compañía hispana Telefónica, que financia el nuevo proyecto en el Reina Sofía,
señaló en un comunicado que es la primera revisión completa de salud que se
practica a la pintura desde 1998, cuando se juzgó que estaba en condición muy
precaria. Aquel análisis encontró 129 imperfecciones en el cuadro, como
roturas, arrugas, marcas y manchones, atribuidos a su caótica historia. A raíz
de ello se prohibió volver a moverla.
Picasso restaurando el Guernica
En
2008, el Reina Sofía (donde al final se radicó el cuadro) volvió a tomarle radiografías
para verificar que no se hubiera deteriorado más. Los resultados mostraron que
si bien las imperfecciones no habían aumentado, la pintura se dañó durante la
restauración realizada después de un ataque con grafiti en 1974. Algunos
críticos señalaron que su estado era peligroso, mientras otros afirmaron que
estaba en condiciones de trasladarse de nuevo. Los expertos consideran que este
nuevo estudio será más extenso que cualquiera de los efectuados antes, y que
determinará el verdadero estado del Guernica.
Es
un verdadero parteaguas, declaró a The Independent la profesora Teresa Espejo,
experta en restauración de la Universidad de Granada. Los rayos X permiten a
los restauradores ver el interior de la pintura y examinar el estado del
lienzo, pero las imágenes ultravioletas mostrarán además secciones repintadas y
errores, mientras las infrarrojas revelarán incluso bocetos subyacentes,
precisa la especialista.
Hemos
venido utilizando algunas de estas técnicas, como las fotos ultravioletas,
durante más de 20 años… pero lo innovador es que todo será digitalizado en la
misma computadora –aseveró. La combinación de estas fotos tan precisas, que
revelará, digamos, la naturaleza exacta de los distintos tipos de pintura
utilizados, resultará asombrosa.”
Una
vez que esté completo el trabajo del robot sobre el Guernica, se usará en otras
obras de arte en el Reina Sofía. El cuadro de Picasso será el centro de una
nueva exposición de arte de la década de 1940 que se abrirá en la galería el
próximo otoño.
Sin
embargo, si los restauradores deciden que la pintura está en condiciones de
trasladarse otra vez, podría perder su calidad de exhibición permanente en ese
museo. Miguel Zugaza, director del Museo del Prado, sostiene que el lugar que
le corresponde es allí, como dispuso Picasso en su testamento. El Museo
Guggenheim de Bilbao (a 30 kilómetros de la ciudad de Gernika) también ha
reclamado el derecho de albergar la obra de arte.
Sin
embargo, Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, declaró el martes pasado
al diario español ABC que llevarse el Guernica del museo sería sacarlo de
contexto: Es un tema cerrado, no hay discusión posible, aseveró. También negó
haber llamado al ministro de Cultura del país para asegurar que la pintura
permanezca en su sitio. Que unos museos pidan obras de otros no es nada nuevo.
Yo también puedo desear la colección del Hermitage y no se me ocurre llamar a
Putin, expresó.
Fuentes:
The Independent, Periódico La Jornada, Domingo 29 de enero de 2012, p. 3,
RevistaAecadia.com
Traducción: Jorge Anaya
“La Venus del espejo” (1648) de Diego Velázquez
La
famosa pintura de Velázquez “La Venus del espejo” también fue mutilada en 1914 en
la National Gallery por la sufragista Mary Richardson. Como protesta por la
detención de la también sufragista Emmeline Pankhurst, Richardson entró en el
museo con un cuchillo y propinó siete puñaladas al cuadro sobre la espalda y
los hombros de Venus. Por ello fue condenada a seis meses de prisión, la pena
máxima por la destrucción de una obra de arte. Más tarde Richardson declararía
que había intentado destruir el cuadro porque representaba la imagen más bella
en la historia de la mitología y porque no le gustaba la manera en la que los
hombres permanecían frente al cuadro observándolo.
Los daños a la obra
La
Venus del espejo es un cuadro de Velázquez (1599-1660), el pintor más destacado
del Siglo de Oro español. Actualmente se encuentra en la National Gallery de
Londres, donde se la exhibe como The Toilet of Venus o The Rokeby Venus. El
sobrenombre «Rokeby» proviene de que durante todo el siglo XIX estuvo en el
Rokeby Hall de Yorkshire.1 Anteriormente perteneció a la Casa de Alba y a
Manuel Godoy, época en la que seguramente se conservaba en el Palacio de
Buenavista (Madrid), de donde probablemente fue robada por algún miembro del
ejército inglés.
La
obra representa a la diosa Venus en una pose erótica, tumbada sobre una cama y
mirando a un espejo que sostiene el dios del amor sensual, su hijo Cupido. Se
trata de un tema mitológico al que Velázquez, como es usual en él, da trato
mundano. No trata a la figura como a una diosa sino, simplemente, como a una
mujer. Esta vez, sin embargo, prescinde del toque irónico que emplea con Baco,
Marte o Vulcano.
“La
Virgen y el Niño con Santa Ana y San Juan el Bautista” (h.1501-1505) de
Leonardo da Vinci
En uno
de los episodios más surrealistas fue protagonizado por La Virgen y el Niño con
Santa Ana y San Juan el Bautista, un dibujo también de Leonardo da Vinci
valorado en 35 millones de dólares que se encuentra en la National Gallery de
Londres.
En 1987, cuando faltaban cinco minutos para el cierre, Robert
Cambridge, un desempleado de 37 años, irrumpió en el museo londinense y disparó
contra la obra de da Vinci en una protesta por la situación política, social y
económica del Reino Unido. Afortunadamente el dibujo se encontraba protegido
por un cristal especial, después de que 1962 un pintor alemán, considerado
posteriormente como demente, arrojara un bote de pintura contra la obra.
La
explosión destrozó el cristal y dañó un área de unos 15 centímetros de la
túnica de la Virgen, además de fragmentos de vidrio por toda la obra que
pudieron eliminarse en la restauración. A raíz del incidente un portavoz del museo
emitió un comunicado en el que comentaba una gran verdad: «Cada año recibimos
unos tres millones de visitantes y es imposible registrarlos a todos. Si
alguien quiere causar daño puede hacerlo».
Es
un cartón a tamaño natural que combina dos temas populares en pintura
florentina del siglo XV: la Virgen (María) y Niño con San Juan Bautista (hijo
de la pariente de María Isabel) y la Virgen y el Niño con Santa Ana (la madre
de María). De esta manera, están representadas las tres generaciones de la
familia de Cristo: santa Ana tiene a su hija María sobre las rodillas y esta
última entretiene al Niño que se gira hacia San Juan.
Hay
un sutil juego entre las miradas de las cuatro figuras, con santa Ana sonriendo
a su hija María, mientras que los ojos de ésta se fijan en su hijo, al que
también mira san Juan. Santa Ana dirige a la Virgen una mirada extraña, llena
de sentimiento, como si ya imaginase los sufrimientos que María deberá soportar
durante la Pasión de Cristo.
Hay
poca claridad en la delineación de los cuatro cuerpos; las cabezas de las dos
mujeres, en particular, parecen surgir del mismo cuerpo. Leonardo se esforzó en
reproducir un sentido policéntrico de movimiento, haciendo de modo que los dos
personajes se fundiesen en un único complejo, en el que destaca la cabeza de
santa Ana. La expresión de la Virgen María es extraordinariamente tierna, pero
al mismo tiempo el rostro tiene una belleza majestuosa, ultraterrena, que
sugiere la profunda devoción materna.
El
enigmático gesto de santa Ana apuntando con su dedo índice hacia el cielo
aparece nuevamente en dos de las últimas pinturas de Leonardo, su San Juan
Bautista y su Baco, y es considerado como el gesto leonardesco por antonomasia.
Parece sugerir con ello que hay sentimientos y pensamientos que quedan más allá
de la normal comprensión humana.
El
paisaje del fondo apenas está esbozado.
El
estilo recuerda a La última cena y las monumentales figuras de los apóstoles en
ella representados. Algunos autores han percibido en este dibujo la influencia
de la escultura clásica.
Es
infrecuente en un cartón que los perfiles nunca se hayan agujereado ni tengan
incisiones, indicando que no había llegado el momento de transferir el diseño a
la tabla en el que se pintaría. La composición es marcadamente diferente de la
única obra de Leonardo que trata el tema, La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana
en el Museo del Louvre, en el que la figura del Bautista ha sido eliminada.
“La
Libertad guiando al pueblo” (1830) de Eugène Delacroix
El
cuadro fue deteriorado por una mujer de 28 años en el museo del Louvre en Lens.
La mujer, que visitaba el jueves 7 de febrero de 2013 en la nueva sucursal del
museo, escribió una inscripción en la parte de abajo del cuadro con un marcador
negro, antes de ser detenida por un guardián del museo y otro visitante. El
cuadro ya se encuentra en restauración.
Una
visitante de la franquicia del museo Louvre en la ciudad de Lens dañó la famosa
obra con un rotulador.
Las
autoridades dijeron que se trató de una mujer de 28 años, quien pintarrajeó con
un rotulador esta obra de gran formato poco antes del cierre del museo. La
noticia fue un escándalo para los admiradores de esta reconocida obra mundial.
La
información también indicó que el museo señaló que los daños en la obra
magistral de Delacroix son mínimos, lo cual fue un alivio para las personas
responsables de su cuidado.
Un
vigilante y un visitante impidieron que la mujer continuara, dicen los detalles
de la nota de la agencia internacional de noticias dpa.
Desde
la apertura de esta nueva franquicia del emblemático Louvre en París, la obra
se exhibe en esa ciudad del norte de Francia en la Galerie du temps.
“Hombre
en el cruce de caminos” (1933) de Diego Rivera
El
mexicano Diego Rivera era uno de los pintores favoritos de Abby, la madre de
Nelson Rockefeller, así que finalmente recibió el encargo de pintar un mural
gigante para decorar el gigantesco vestíbulo del Rockefeller Center, que
acababa de erigirse en Nueva York. La pretensión de Rockefeller era que los
visitantes hicieran un alto en el camino y se detuvieran a pensar.
Dicho
y hecho: el indómito Rivera creó ‘El hombre en el cruce de caminos’ un mural
lleno de simbolismo, guiños al comunismo, en el que aparecían Trotsky, Lenin y
el mismísimo Marx. Todo ello en la entrada del cuartel general uno de los
mayores iconos del capitalismo. El mecenas intentó que Rivera reemplazara la
cara de Lenin por la de un trabajador anónimo, pero el pintor se negó.
El
mural fue finalizado el 22 de mayo de 1933 y fue inmediatamente cubierto por
una lona. Ocho meses después, a principios de 1934, Rockefeller ordenó a los
obreros que destruyeran el mural, una acción que fue calificada como
“vandalismo cultural” por el mexicano.
Por
fortuna, un asistente de Rivera había fotografiado el proceso de elaboración
del mural, y Rivera pudo usar las imágenes para repintar la obra, aunque a
mejor tamaño, en el Palacio de Bellas Artes de México DF, donde fue renombrado
como ‘El hombre, controlador del Universo’.
Ahora
el controvertido mural de Rivera, así como otros cuatro ciclópeos frescos del
pintor, podrán verse de nuevo en Nueva York, concretamente en el MOMA, que ha
reunido la obra del artista en la exposición ‘Diego Rivera: Murales para el
Museo de Arte Moderno’.
La
historia del famoso mural y la atribulada relación entre dos personajes tan
opuestos como Rivera y Rockefeller fue magistralmente narrada por Tim Robbins
en la película ‘Cradle Will Rock’ (estrenada en España como ‘Abajo el telón’,
1999).
Banksy
A
mediados de mayo de este año, una de las últimas obras que quedaban de Banksy
en Melbourne fue destruida por constructores que instalaron una tubería justo
en la pared en la que se encontraba la obra. La pieza costaba 50.000 dólares.
Robin
Gunningham, vecino de Bristol, sería el artista detrás del seudónimo de
Banksy. Banksy «nació y creció en Bristol, se vio implicado en el graffiti
durante el boom del aerosol en Bristol de finales de la década de 1980».
Su
trabajo, en su gran mayoría piezas satíricas sobre política, cultura pop,
moralidad y etnias, combina escritura con graffiti con el uso de estarcidos con
plantilla (conocidos generalmente como stencils, del inglés).
Otra de las obras de Bansky dañadas en Alemania
Su arte urbano
combina escritura con una técnica de estarcido muy distintiva, similar a Blek
le Rat, quien empezó a trabajar con estarcidos en 1981 en París; y miembros de
la banda de anarco-punk Crass, que mantuvieron una campaña en las instalaciones
del metro de Londres a finales de la década de los setenta del siglo XX e
inicios de los ochenta.
Banksy reconoció la influencia de Blek diciendo
"cada vez que creo que he pintado algo ligeramente original, me doy cuenta
de que Blek le Rat lo hizo mejor, sólo que veinte años antes." Sus obras
se han hecho populares al ser visibles en varias ciudades del mundo,
especialmente en Londres.
“Danza
de la muerte” de Niklaus Manuel Deutsch
The
Dance of Death (La Danza de la Muerte) de Niklaus Manuel Deutsch (1484-1530),
decoraba los muros de un cementerio en Berna, Suiza; fue el monumento más
famoso de la ciudad, el cual consistía en una serie de 46 escenas. Por
desgracia, la obra fue destruida en 1660 como resultado de la re-evolución
urbana. Sin embargo, una copia aparece en un manuscrito de pinturas y escritos
realizados en 1649 por un artista local, Albrecht Kauw.
Niklaus
Manuel, apodado Deutsch, esto es, alemán (nacido probablemente en 1484 en Berna
- 28 de abril de 1530 en Berna), fue un dramaturgo, pintor, artista gráfico, un
reformador y un político suizo.
Sólo
se tienen datos seguros sobre Niklaus Manuel posteriores al año 1509. Se deduce
el año de nacimiento a partir de documentos posteriores, que son bastante
convincentes. Se cree que es hijo del farmacéutico de Berna Emanuel de Alemanis
(o Allemanis) y de Margaretha Fricker (o Frickar), hija no matrimonial de
Thüring Fricker, un político de Suiza.
Nada
se sabe a ciencia cierta de su juventud y formación. Se cree que se formó como
pintor de vidrieras. En 1509 se casó con Katharina Frisching, la hija de Hans
Frisching, miembro del consejo de Berna. Con ocasión de la boda, abandonó su
apellido, Alemán (o Alleman), que había llevado hasta entonces, y se llamó a sí
mismo sólo Niklaus Manuel. Su firma y su sello llevan las iniciales «N. M. D»
en esta época. Tuvo seis hijos de este matrimonio con Katharina:
Desde
1510 Niklaus Manuel fue miembro del gran consejo en Berna. En 1516 participó
como un secretario de Albrecht von Stein, el líder de las tropas mercenarias al
servicio de Francia en las guerras de Lombardía. Entre 1516/17 comenzó a pintar
su famosa Danza de la muerte en el monasterio dominico de Berna, al que
siguieron más obras. A partir de 1518 desarrolló misiones políticas, siendo
posteriormente uno de los más destacados reformadores de Suiza.
Cultivó
la pintura, el dibujo y la xilografía. La pintura es en estilo gótico tardío
suizo. Posteriormente sigue a la Escuela del Danubio.
“The
Sleeping Shepherd” de François Boucher
En
noviembre de 2001, en un museo en Lucerna, Suiza, un ladrón volvió a la escena
del crimen, pues varios años atrás había robado 239 obras de arte no sólo de
este lugar; una persona al verlo lo reconoció y fue detenido por la policía.
Este
joven alemán dijo haber comenzado a robar los objetos de su pasión en 1995.
Visitaba museos y casas señoriales europeas para cometer sus crímenes. Robó
múltiples pinturas, estatuillas, objetos de plata y joyas.
Al
detener al ladrón, la policía pensó que todas las piezas iban a regresar a su
lugar de origen, pero no contaban con que la madre del criminal había destruido
el arte que se había almacenado en su casa. Los objetos habían sido arrojados a
un canal, y las pinturas habían sido cortadas y luego lanzadas a un pozo de
desperdicios.
Entre
las obras que se perdieron estaba la pintura The Sleeping Shepherd del artista
François Boucher, la cual fue hurtada en 1996.
“La
Bacanal” de Peter Paul Rubens
Durante
la Segunda Guerra Mundial, Alemania, al igual que muchos otros países europeos,
evacuó a sus obras de arte de los museos a refugios más seguros, en Berlín, uno
de estos centros fue el búnker en Friedrichshain.
Pero
en mayo de 1945, cuando la ciudad estaba en manos de Los Aliados, más de 400
pinturas fueron destruidas durante un incendio en el Flackturm en
Friedrichshain. Dentro de estas piezas se encontraba The Bacchanal, obras de
Peter Paul Rubens del siglo XVII.
“La
adoración de los pastores” de Gerrit van Honthorst
El
27 de mayo de 1993, una bomba explotó cerca de la Galería de los Uffizi en
Florencia. Varias personas murieron en este atentado cuyo principal objetivo
era el propio museo. Este recinto alberga varias pinturas que representan La
Adoración de los Pastores de artistas tan conocidos como Hugo van der Goes y
Lorenzo di Credi. Y entre las muchas versiones que había contaban con una del
artista holandés Gerrit van Honthorst, que vivió en Florencia durante el siglo
17. L'Adoration des Mages, 1620, fue destruida durante el ataque con
explosivos.
El
embajador de los Medici en Roma, Piero Guicciardini, solicitó a Gherardo en
1619 pintar un retablo para el altar de la capilla de su familia, en Santa
Felicità, llamada la Adoración de los pastores iluminada por la luz de las
velas. Esta obra sufrió grandes daños cuando una bomba de la mafia explotó en
1993 fuera de la Galería. Existe en la galeria Uffizi un video proyectado
directamente sobre la pintura permite a los visitantes ver lo que se perdió de
la obra.
Daños severos de la obra
Gerrit
van Honthorst o Gerard van Honthorst (Utrecht, 4 de noviembre de 1590 —
Utrecht, 27 de abril de 1656) fue un pintor caravaggista flamenco del siglo
XVII, de historia, de género y retratista.
Nacido
en una familia de artistas, van Honthorst fue alumno de Abraham Bloemaert. En
la década de 1610 completó su formación en Roma, estudiando en particular la
obra de Caravaggio. Posteriormente reside en Londres, acompañado de su
discípulo Joachim von Sandrart, donde ejecuta para el rey Carlos I cuadros destacados.
Regresa a su país, donde se convierte en el más destacado de los pintores de la
«Escuela de Utrecht», seguidores holandeses del artista italiano Caravaggio.
Restauración de la obra
Los
severos daños del cuadro, fueron causados por una potentísima explosión
provocada por unos 100 kilos de dinamita colocados en una furgoneta Fiat
aparcada en una callejuela del siglo XIIV, junto a la plaza de la Señoría, de
Florencia, causó a las 1’05 am., cinco muertos -entre ellos dos niñas, una de
dos meses y otra de nueve años- y 29 heridos. Los enormes daños materiales,
esparcidos por un radio de unos 500 metros, se centraron en la llamada torre de
las Pulgas, sede de la Academia Georgofili, que reventó literalmente, y sobre
todo en la galería de los Oficios, que fue cerrada durante meses y donde se
perdieron totalmente tres pinturas.
"Más
que de Mafia, se habló de una estrategia del terror. No se cree que sólo haya
sido cosa de Mafia", comentó el fiscal jefe de Florencia, Pier Luigi
Vigna, quien, a diferencia de lo ocurrido con otro atentado similar registrado
en 1984 en la capital toscana, no lograba detectar ninguna relación concreta
entre este salvaje ataque y el desarrollo de las investigaciones anti Mafia en
la zona. Tanto las dimensiones del cráter -dos metros de diámetro por uno y
medio de profundidad- como la distancia -50 metros- a la que fue proyectado el
motor del coche-bomba, fueron similares a las del atentado de Roma", dijo
el director.
La
bomba causó víctimas porque las rancias estructuras medievales del centro
florentino tenían que ceder por fuerza ante una onda expansiva que llegó a
levantar del suelo a muchos de los turistas que pasaban una noche de verano en
la vecina Señoría.
Torre
de las Pulgas
Toda
la zona quedó llena de escombros y vidrios rotos, entre los que, sólo a partir
de las cuatro y media de la madrugada, comenzaron a rescatarse los cuerpos sin
vida -incluidos los de dos niñas- de los cuatro integrantes de la familia de la
guardesa de la Academia Georgofili. La bomba los precipitó hasta tierra desde
el último piso de la torre de las Pulgas, donde dormían. La quinta víctima fue
una joven que pernoctaba en la casa de enfrente y que no pudo ser identificada
porque quedó carbonizada.
La
misma destrucción reinaba en la galería de los Oficios, donde casi todos los
cristales se rompieron tanto en techos como en ventanas. El pasillo diseñado
por Giorgio Vasari para unir las dos alas de la galería peligraba seriamente.
Entre las obras pictóricas dañadas, destacan el Nacimiento, de Gherardo delle
Notti, y otros dos cuadros de Bartolomeo Manfredi, que quedaron totalmente
destruidos. Gravemente dañado y con difícil restauración quedó un Giotto y
sufrió un gran corte vertical un célebre Adonis, de Sebastiano del Piombo. Varias
decenas más de cuadros sufrieron desperfectos menores.
La
dirección del museo florentino procedió a trasladar a un lugar seguro los 300
cuadros colgados en las diez salas del tercer piso, que, al romperse el techo,
quedaron expuestas, a la lluvia.
“Filosofía”
de Gustav Klimt
Durante
la Segunda guerra mundial, parte de las obras que guardaba la Galería Moderna
de Viena fueron trasladas, en 1944, al Castillo Immendorf, poniéndolas a salvo
de los continuos bombardeos que sufría la ciudad.
Pero
en el mes de mayo del 1945, ante la presión soviética que sufría la zona, las
tropas de la SS incendiaron el castillo, perdiéndose tanto el continente como
el valioso contenido, evitando así que los tesoros artísticos cayeran en manos
soviéticas. Entre las numerosas pérdidas cabe destacar una serie con el título
Filosofía de Gustav Klimt.
“El
Pintor” (1963) de Pablo Picasso (perdida para siempre)
Este
cuadro, firmado en 1963, llamado "Le Peintre" (El Pintor), por el
famoso artista Pablo Picasso, se perdió en el accidente del vuelo 111 de
Swissair de Halifax, Nueva Escocia, Canadá, el 2 de septiembre de 1998. Además
de esta obra, que fue valorada en 1,5 millones de dólares, el avión también
contenía casi la mitad de mil millones de dólares en el valor de los diamantes
y otras joyas preciosas que contenía.
En
el camino desde el aeropuerto JFK de Nueva York a Ginebra, Suiza, los pilotos
enviáron una señal de socorro y estaban tratando de hacer un aterrizaje de
emergencia en Nueva Escocia cuando el avión se estrelló en el Océano Atlántico,
matando a los doscientos veintinueve pasajeros. Aunque el noventa y ocho por
ciento de el avión fue recuperado del agua, sólo unos veinte centímetros de la
obra de Picasso se han encontrado, y las joyas no se encontraron.
"Schubert
en el piano" (1899) de Gustav Klimt
Gustav
Klimt fue un destacado pintor simbolista austríaco cuyo trabajo a menudo se
centró en la forma femenina. Serena Lederer fue un mecenas del arte vienés rico
que recogió catorce de las pinturas de Klimt. Lederer envió su colección al
museo Schloss Immendorf para su custodia en 1943. Sin embargo, la colección se
perdió cuando el partido nazi en retirada lo incendió en 1945.
“Winston
Churchill” (1954) de Graham Sutherland
En
1954, Graham Sutherland recibió el encargo de pintar un retrato de cuerpo
entero de Sir Winston Churchill, el Primer Ministro del Reino Unido, que se
presentó a Churchill en una ceremonia pública en su octogésimo cumpleaños.
Sutherland fue un pintor modernista con una reputación para la captura la parte
"real" de las personas.
En
lugar de representar a Churchill como majestuoso, Sutherland lo pintó como
realmente le parecía, y al parecer ni Churchill ni a su esposa le gustó la
pintura.
Después
de la presentación pública en 1954, el cuadro fue llevado a su casa de campo en
Chartwell, pero nunca se mostró. No fue hasta que la señora Churchill que murió
en 1977 se descubriera la verdad, que había destruido la pintura poco después
de que se la entregase.
"Panorámica
del río Missisippi" de John Banvard (Cortada en trozos)
John
Banvard era un americano retratista. De Banvard su obra magna fue un gran
panorama del valle del río Mississippi. En 1840, el artista pasó meses viajando
por todo el río en un barco, el dibujó el paisaje. Luego se trasladó de los
bocetos a un enorme lienzo.
El
trabajo terminado mide tres metros y medio de alto por dos kilómetros y medio
de largo. El panorama masivo fue anunciado como el "lienzo de cinco
kilómetros", (un poco exagerado), y fue llevado en una gira por todo
Estados Unidos. Hacia el final del siglo 19, el panorama fue cortado en varias
piezas para su almacenamiento, y las piezas nunca han sido recuperadas.
John
Banvard estaba convencido de que podía hacer algo mejor y más novedoso, y fue
cuando decidió pintar su famoso “Panorama del Mississippi”. La idea de John era
mostrar al público la vida y las costumbres de la gente que vivía a orillas del
Río Mississippi, recordemos que el río tiene unos 5000 km de largo y pasa por
varios estados, cientos de pueblos y ciudades, pero él se había criado a
orillas de ese río y el proyecto lo seducía, así que decidió ponerse manos a la
obra.
Compró
una pequeña canoa y un baúl donde guardó cientos de cuadernos y lápices para
dibujar. Empezó a navegar solo y durante dos años por el río escribiendo lo que
veía, tomando apuntes y haciendo pequeños garabatos.
Su
travesía lo llevó desde Missouri hasta Nueva Orleans y cuando estuvo seguro de
que había dibujado y anotado hasta el más mínimo detalle, desembarcó en su
pueblo y compró enormes rollos de lienzo, los cuales fue apilando en un viejo
galpón donde empezó a pintarlos con todo lo que había visto en su travesía de
dos años. Luego los unió secuencialmente y por fin vio terminada su obra
maestra a la que llamó el “Gran Panorama móvil del Mississippi de Banvard”, que
fue expuesto al público por primera vez el 29 de junio de 1846 en un teatro de
Kentucky a un costo de 50 centavos por persona.
Sistema
de manivelas de los "panoramas"
Mientras
el lienzo se iba desenrollando a lo largo del escenario (las manivelas quedaban
ocultas detrás del telón a ambos lados), John Banvard iba contando las
numerosas aventuras que le había deparado cada tramo del río y ordenaba girar
la manivela más rápido o más despacio según el interés de cada tramo de la
historia y las reacciones del público; además toda la exposición contaba con el
acompañamiento musical de un piano tocado por su mujer. El efecto, tomando en
cuenta la época, debió haber sido impresionante.
John
y su panorama tuvieron un éxito rotundo, se cansó de llenar teatros en Kentucky
y pronto fue pedido en las grandes ciudades norteamericanas. La acogida fue
fabulosa, especialmente en Nueva York y Boston que eran los centros culturales
más importantes de aquella época. Todas las noches agotaban las entradas para
su espectáculo.
"El
pintor camino del trabajo" (1888) de Van Gogh (Destruida por el fuego)
Vincent
Van Gogh creó cerca de dos mil obras de arte en su vida. "El Pintor en su
manera de trabajar" se encontraba en el Museo Kaiser-Friedrich en Berlín
antes de ser destruido por el fuego durante la Segunda Guerra Mundial.
Este
es uno de los muchos autorretratos de Van Gogh, que representa al artista
cargado de suministros de pintura en un camino de Montmajour en 1888.
“Retrato
del doctor Gachet” (1890) de Vicent Van Gogh
Paul
Gachet era un médico parisino homeópata y psiquiatra, amante del arte: conoció
a Vincent Van Gogh a través de su hermano, Theo e inmediatamente los dos se
encontraron en sintonía por tener una visión del arte muy semejante. Era un
pintor y grabador aficionado y, además, protegió a varios artistas como
Pissarro y Cézanne. Fue uno de los primeros compradores de cuadros de Cézanne,
formando una importante colección que en 1952 su hijo donaría al Estado
francés.
Después
de que le dieran el alta a Van Gogh en el Hospital de Saint-Rémy, acudió a
Auvers-sur-Oise, donde el doctor Gachet estaba dispuesto a atenderlo. El pintor
acudía con frecuencia a casa del médico y éste aceptó posar para Vincent, que
desde hacía tiempo buscaba un modelo para retratar del natural.
Trabajando
juntos durante la realización de la obra los dos obtuvieron un resultado
extraordinario. El cuadro es extremadamente innovador: Van Gogh abandonó la
pose estática y convencional de los cuadros precedentes. El triste rostro del
doctor es «la expresión desencantada de nuestro tiempo» afirmación de Van Gogh
en una carta dirigida a su colega y amigo Paul Gauguin (carta n.º 643 de junio
de 1890).
El
doctor aparece «pensativo, casi preocupado, con un leve escepticismo». Van Gogh
se sentía muy próximo al doctor, de quien decía que era «al menos tan nervioso
como yo».
Van
Gogh escribió a su hermano en 1890 sobre la pintura:
He hecho un retrato de M. Gachet con una expresión
melancólica, que bien podría parecer una mueca a aquellos que lo vean... Triste
pero amable, y aun así clara e inteligente, así es como muchos retratos
deberían hacerse... Hay cabezas modernas que podrían mirarse durante mucho
tiempo, y que se volverán a ver, quizás, con nostalgia, cien años después.
En cuanto a la forma concreta en que lo
representó, escribió a Theo: «la
cabeza con una gorra blanca, muy rubia, muy clara; también las carnaciones de
las manos son muy blancas, un traje azul y un fondo azul cobalto» (carta
n.º 638, datada el 4 de junio de 1890).
En
el retrato el artista propone un fuerte contraste cromático. en primer plano,
sobre la mesa, junto al libro una planta de digital. El digital en la pintura
es una planta de la que se extrae un medicamento para tratar de ciertas
afecciones cardíacas; es por lo tanto un atributo de Gachet como médico.
La
parte superior de la obra está separada por una línea ondulada.
La
segunda versión del retrato fue ejecutada en el mismo año 1890, poco después
del primero. En esta versión del cuadro, donada al Museo de Orsay de París por
los hijos del doctor Gachet, Van Gogh ha eliminado (a diferencia del primer
retrato) el vaso y el libro, haciendo resaltar la planta de digital sobre el
fondo rojo, tratando de modo más sumario el fondo.
En
la extraordinaria colección de pintura impresionista amasada por Paul Ferdinand
Gachet (1828-1909), el doctor que asistió a Van Gogh en los meses anteriores al
suicidio del artista holandés, que le inmortalizó en varios retratos, el más
célebre es el buscado ahora. Como manda la tradición detectivesca, los
investigadores comenzaron sus pesquisas por el último rastro dejado por el
Retrato del doctor Gachet. Se remonta éste a 1990, cuando el supermillonario
japonés Ryoei Saito pagó 82,5 millones de dólares por el lienzo (más de 13.000
millones de pesetas) en una subasta. Saito, presidente, entre otras, de la
papelera Daishowa, declararía luego haber guardado el cuadro en uno de sus
almacenes, tras haberlo mirado una sola vez. Eso sí, el retrato estaba
conservado en una caja de madera y el almacén, en Tokio o sus cercanías,
disponía de aire acondicionado y estrictas medidas contra incendios.
Poco
después, al verse obligado a pagar al Estado japonés 24 millones de dólares
(casi 4.000 millones de pesetas) en impuestos por la adquisición del cuadro,
Saito dijo a sus amigos que el Van Gogh y un Renoir, comprados en la misma
subasta, serían incinerados junto a él. Su deseo, explicó, era liberar a sus
herederos de la obligación de tener que pagar al fisco una fortuna.
¿Fue
una broma formulada con intención provocadora? Así se creyó en su momento, pero
lo cierto es que nadie ha vuelto a ver el cuadro desde que Saito falleciera en
1996, a los 76 años. Desde entonces, el mundo del arte tiembla ante la idea de
que el japonés se llevara en su ataúd el cuadro. Como si fuera un faraón
egipcio, sólo que Saito fue incinerado.
"El
cuadro pertenecía al señor Saito, y no a la empresa, así que no estamos seguros
de dónde está", declaró al Philadelphia
Inquirer Iwao Sakamoto, portavoz de Daishowa. Pero Sakamoto abrió una
rendija a la esperanza: "Hemos escuchado que nuestro ex presidente vendió
el cuadro antes de fallecer. Creemos que no tiene bases sólidas el rumor de que
fue quemado".
Los
investigadores del Metropolitan llegaron a la misma conclusión, según
informaron en el museo. "Según lo que hemos podido averiguar, el Retrato
del doctor Gachet no parece haber sido destruido", dijo. "Está en
alguna parte, en cualquier lugar, en la colección privada de un rico
desconocido. El quién y el dónde son las piezas del rompecabezas que no hemos
podido encontrar".
Aunque
menos popular que sus cuadros de girasoles, el Retrato del doctor Gachet es,
según muchos especialistas, la mejor obra de Van Gogh y el último retrato
completado antes de su suicidio.
El
cuadro, según ha reconstruido Cynthia Saltzman, autora del libro Retrato del
doctor Gachet, es la historia de una obra maestra, y fue heredado por el
hermano del pintor, quien posteriormente lo legó a Johanna, su viuda. Tras
pasar por las manos de un marchante, una coleccionista danesa, otro alemán al
que se lo confiscaron los nazis como una muestra de "arte degenerado"
y ser vendido a un alemán instalado en Holanda, acabó perteneciendo al filántropo
judío Siegfried Kramarsky, quien, huyendo de la invasión nazi, se instaló en
1939 en Nueva York. En 1990, el Retrato del doctor Gachet se convirtió en la
pintura más cara jamás adquirida en pública subasta. Se atribuyó entonces a la
inflación del mercado del arte debida a los extraordinarios beneficios
realizados por los movimientos en Bolsa, la especulación con las divisas y las
compraventas de empresas.
Fuentes:
http://elpais.com/diario/1999/07/28/ultima/933112801_
El gran tapiz de Joan Miró
El
Gran tapiz realizado por Joan Miró en 1974 y que estaba colocado en el
vestíbulo de la entrada a una de las Torres Gemelas de Nueva York, se perdió en
los ataques terroristas de las torres gemelas.
“Era
un tapiz inmenso, y, esta obra era propiedad del Port Authority y fue
solicitada por encargo al pintor catalán para decorar la entrada de los
turistas a una de las torres.
“Evidentemente
los catalanes que han estado en Nueva York lo recuerdan perfectamente al entrar
al World Trade Center y encontrarnse con una obra de Miró”
Fuentes:
http://www.proceso.com.mx/186429/un-tapiz-de-miro-estaba-en-el-lobby-de-una-de-las-torres
“Dánae” (1636) Rembrandt
En 1985, un visitante del Museo
Hermitage de San Petersburgo, sacó un cuchillo y empezó a cortar el vientre y
los muslos de Danae. Luego roció ácido sulfúrico al lienzo, lo cual hizo que la
pintura original se corriera. La restauración tardo doce largos años, pero, por
fortuna, la obra se salvó.
A pesar de que la mayoría de los
encargos tenían una temática religiosa, algunos burgueses de Ámsterdam también
solicitaban escenas mitológicas en las que se permitía contemplar desnudos femeninos
como en el caso de Dánae.
Hija de Acrisio, rey de Argos,
Dánae fue encerrada por su padre en una torre de bronce para evitar que no
tuviese hijos ya que el oráculo de Delfos había predicho que el hijo de Dánae
mataría a Acrisio. Zeus se prendó de la belleza de la joven y logró penetrar en
la torre metamorfoseándose en lluvia de oro. Fruto de esa relación nacería
Perseo quien mataría a su abuelo, siguiendo el pronóstico del oráculo.
Rembrandt ha presentado a la
bella joven desnuda recostada en su cama, recibiendo un potente rayo de luz que
anticipa la entrada de Zeus en la estancia convertido en lluvia dorada. Al
fondo encontramos a la anciana que custodiaba a Dánae, acudiendo rápidamente al
escuchar ruidos extraños.
Como ocurre en las demás mujeres
desnudas pintadas por el maestro, Dánae es hermosa, tiene armoniosas
proporciones y refleja el ideal de belleza de la época, como también hizo
Rubens. La luz dorada resbala por el escorzado cuerpo de la joven, provocando
atractivos contrastes entre zonas iluminadas y zonas ensombrecidas que otorgan
un mayor verismo a la figura.
Para provocar una mayor sensación
de riqueza, Rembrandt ha recurrido a una cama de bronce con dosel, decorada por
un amorcillo dorado que parece llorar por la desgracia del encierro de la
muchacha que se nos presenta envuelta en ricas telas ejecutadas con todo lujo
de detalles, demostrando una vez más la excelente calidad en la factura del
artista.
La sensación de vitalidad que se
crea está reforzada por el gesto de extrañeza de Dánae y la curiosidad de la
anciana, creando la sensación de estar presentes ante una escena teatral.
En 1985 un lituano llamado
Bronius Maigis atentó contra la obra rociándola con ácido sulfúrico y
realizando diversos cortes con un cuchillo. Tras 12 años de intensas
restauraciones el lienzo ha sido expuesto en su lugar original protegido por un
cristal antibalas. Mijaíl Piotrovski, el director del Ermitage, ha comentado al
respecto que "aquella Dánae que existía ya no existe. Nuestro objetivo es
mostrar al público lo que ha quedado de la obra maestra de Rembrandt. Los
restauradores no se inmiscuyeron en la pintura del autor y, por eso, se logró
conservar su espíritu". El museo ruso recibió esta obra maestra en 1772,
cuando Catalina II la adquirió a un barón francés.
www.artehistoria.com Revista
Arcadia, 20/06/12
Compilación de Emilio Bueno Salazar